La espiritualidad de los Ejercicios tiene como fuentes: la Revelación, la Sagrada Escritura y la Doctrina de la Iglesia.
El poder de los Ejercicios radica no sólo en su poder de conversión personal del hombre al Evangelio, sino al mismo tiempo, en una regeneración “cristiana y social” de nuestro mundo. Nuestro Padre Fundador llegó al convencimiento de la fuerza apostólica de los Ejercicios Espirituales por propia experiencia, de forma que quienes los hacen, están dispuestos a entregar a Dios todo su ser “físico, intelectual y moral”
• Principio y Fundamento: el hombre ha sido creado para amar, hacer reverencia y servir a Dios y mediante esto, salvar su alma.
• Ordenar la vida.
• Tanto – Cuanto.
• Indiferencia: Todo es relativo, sólo Dios es absoluto.
• Buscar la mayor Gloria de Dios.
• Discernimiento: búsqueda constante de la voluntad de Dios en cada momento.
• De la vida, en el coloquio de Ejercicios Espirituales nos preguntamos: ¿Qué he hecho por Cristo? ¿Qué hago por Cristo? ¿Qué voy a hacer por Cristo?
• Llamamiento del Reino y banderas: núcleo de los Ejercicios Espirituales.
• En todo Amar y Servir.
• Contemplativos en la acción.
• El más:
“Vivir deseando y eligiendo lo que más conduce al fin para que fuimos creados y amados”: El amor a Jesucristo, se convierte en una experiencia dinámica que busca más y más, en todas las dimensiones del ser humano.
Este acento en el “más”, implica constantes opciones, puesto que las posibilidades y exigencias del servicio por amor son infinitas. El MACREYISTA no se conforma con un servicio mediocre.
El poder de los Ejercicios radica no sólo en su poder de conversión personal del hombre al Evangelio, sino al mismo tiempo, en una regeneración “cristiana y social” de nuestro mundo. Nuestro Padre Fundador llegó al convencimiento de la fuerza apostólica de los Ejercicios Espirituales por propia experiencia, de forma que quienes los hacen, están dispuestos a entregar a Dios todo su ser “físico, intelectual y moral”
• Principio y Fundamento: el hombre ha sido creado para amar, hacer reverencia y servir a Dios y mediante esto, salvar su alma.
• Ordenar la vida.
• Tanto – Cuanto.
• Indiferencia: Todo es relativo, sólo Dios es absoluto.
• Buscar la mayor Gloria de Dios.
• Discernimiento: búsqueda constante de la voluntad de Dios en cada momento.
• De la vida, en el coloquio de Ejercicios Espirituales nos preguntamos: ¿Qué he hecho por Cristo? ¿Qué hago por Cristo? ¿Qué voy a hacer por Cristo?
• Llamamiento del Reino y banderas: núcleo de los Ejercicios Espirituales.
• En todo Amar y Servir.
• Contemplativos en la acción.
• El más:
“Vivir deseando y eligiendo lo que más conduce al fin para que fuimos creados y amados”: El amor a Jesucristo, se convierte en una experiencia dinámica que busca más y más, en todas las dimensiones del ser humano.
Este acento en el “más”, implica constantes opciones, puesto que las posibilidades y exigencias del servicio por amor son infinitas. El MACREYISTA no se conforma con un servicio mediocre.
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